¡Una orden de cortesía, por favor!

Estas empresas son “especialistas” ofrecer todo tipo de promesas o de reflejar una imagen de prestigio, ofreciendo servicios de última generación para jalar a clientes potenciales. Estos elementos comerciales (e.i. promociones) animan al consumidor a “probar” (o mas bien, a buscar economías para lograr satisfacer sus necesidades al costo más bajo posible) y visitar estos lugares con la idea de lograr un bon marché y crear una publicidad de “boca a boca” positiva; como canal comunicacional conveniente para los tiempos de presión económica – rápida y barata. El esfuerzo comercial es el máximo, el publicitario el mínimo y el nivel de servicio el pésimo, como si el personal de servicio al cliente ha sido entrenado para desagradar a los visitantes, con el fin que no retornen o no queden convidado. - Jorge Luis Tellería Castillo

El Nuevo Diario -"¡Una orden de cortesía, por favor!" 30-Sep-2009 edición Nº 10464